La cocina es ese lugar de la casa que parece estar encantado porque es como el bolso de Mary Poppins, se puede encontrar cualquier cosa: los libros de recetas de la abuela, yogures desnatados, yogures bajos en calorías, yogures 0% materia grasa, yogures caducados, una patata podrida que ya ha desarrollado fauna y flora propias al margen de nuestro universo...
Pero ese lugar encantador puede llegar a convertirse en un infierno si no se utiliza bien. Es más, según cuenta la leyenda, mi abuelo sólo llego a entrar una vez en toda su vida, metió la taza de metal en el microondas, y cuando empezó a echar chispas, decidió unilateralmente que nunca más volvería a adentrarse en aquel lugar habitado por el Diablo.
El caso, es que el señorito que perpetra las entradas en este prescindible blog tiene una hermana. Una hermana muy guapa y muy perfecta toda ella, muy lista para los estudios, la primera de su promoción, pero completamente inútil para la cotidianeidad de la vida.
SITUACIÓN
Por la noche, alguien tiene que hacer la cena.
PERSONAJES
La Hermana de Moody (de ahora en adelante Kitty): Que no tiene ni papa ni de como funciona el microondas.
El Cuñado de Moody (de ahora en adelante el Cuñao): 30 años, pero es rubio, así que tiene excusa.
Moody (de ahora en adelante Moody): Que está hasta las narices de cocinar siempre.
PRIMER ACTO
Kitty: ¡Moody! ¿Qué vas a hacer de cena?
Moody: Podrías cocinar tú algo, que me tenéis siempre en la cocina y encima sin contrato...
El Cuñao: Cariño, mejor cocinamos nosotros, así aprendemos a hacer algo.
SEGUNDO ACTO
Kitty: ¿Cómo se hace "tal"?
Moody: Primero cojes una olla, pones un poco de aceite y reogas una cabeza de ajo [...]
Kitty y el Cuñao: ¿Qué es "reogar"?
Moody: La madre que os parió...
Moody pacientemente explica a Kitty y al Cuñao lo que es reogar y se retira a hibernar en el sillón y a rascarse un rato la barriga mientras marca los números "1" "1" en el teléfono y mantiene el dedo sobre el "2" debido al alto riesgo de un desastre natural en la cocina.
TERCER ACTO
Silencio, demasiado silencio, todo parece ir demasiado bien...
Kitty: ¡MOOOOODY, VEEEEEEEEEN!
Y Moody, con desgana, se desencajona del sofá como puede y pone rumbo hacia la posible Zona Cero.
El Cuñao: (con cara de científico del FBI) Creemos que el aceite está caducado, mirá que consistencia más rara tiene en la olla. Encima huele fatal.
Moody: (mira dentro de la olla, y efectivamente, el aceite teiene una consistencia muy extraña y huele a pedo de vaca). A ver, dejadme ver la botella...
El Cuñao y Kitty: Toma, además, si te fijas, incluso en la botella tiene un color bastante extraño.
Moody coge la botella de aceite y la examina detenidamente durante un par de segundos...
Moody: ¡No te jode! ¡Como que aquí pone VINAGRE!
Así es la vida.
Moody.
Pobre, la próxima vez dales el número del telepizza. Ahorrarás disgustos.
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