¿Y por qué no hay día 2?
Simplemente porque ayer me raptaron, así de simple. A eso de las 3 aparecio un pollito de 4 ruedas capitaneado por mi amiga T. con el fin de retenerme en cualquier sitio que no fuese la biblioteca de mi universidad. Sigo pensando que fue una mala idea.
¿Y qué ha pasado hoy? En realidad nada, porque últimamente las cosas me medio-pasan, nunca llegan un desenlace en concreto. Como el palomo, que mucha miradita furtiva y en ocasiones desesperación por no seguirle juego, porque me hago el tonto y me invento que no me entero de nada, haciendo amagos de querer decir algo sin llegar a decirme nada, desapareciendo cuando no debió y reapareciendo cuando menos sentido tenía con algo mudo que decir, pero que suena en el aire, intentado salir de su boca y llegar a mis oídos.
Sólo se que he aprendido a ver sin fijar la vista, a escuchar el silencio y a sentir sin sentido.
"Sólo por los silencios que dejas caer entre tus secretos".
Y sí, hoy estoy rayado, y mucho.
Moody.
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