miércoles, 1 de diciembre de 2010

Moody here, your one and only source...

Moody here.
The one and only source... Bueno vale, que no, que no soy Gossip Girl ni mucho menos Karmele Marchante, así que casi que me pongo a rajar, que hace mucho que no lo hago.

¿Y qué ha pasado últimamente con mi vida? ¿Por dónde he andado metido? ¿Qué ha hecho el destino conmigo?

Pues al fin el querido Sino ha decidido concederme una tregua a lo ETA (porque un poco terrorista conmigo lo es, todo sea dicho) y al fin he tenido unas cuantas satisfacciones en mi vida:

 - Al fin tengo trabajo, y de lo mío. Sí, sí, en marketing. Y lo mejor de todo es que... ESTOY EXPLOTADO, PERO NO MUCHO (oeoeoe). Estoy de becario en una empresa pequeñita y no pongo cafés, no hago fotocopias, salgo a mi hora, hago un trabajo de verdad y hasta me pagan y todo. Vamos, que soy un becario de palo, algo así como si Paris Hilton realizase algún tipo de esfuerzo neuronal.
La verdad, no puedo quejarme, porque encima me tratan de puta madre. Tener un jefe que te trata de "Mi niño" es un gustazo porque sabes que no va a arrearte una patada en los cojones cuando un cliente le puteé y le tira la campaña abajo.

 - He cumplido 23 años. Acabé un año y comencé otro fuera de España y con zapatos nuevos. Algo bueno tendrá que significar. En Padua me lo he pasado de puta madre, ha sido exactamente como me lo esperaba: fin de semana hiperconcentrado basado en turismo, fiesta y alcohol. Y al loro, que he ligao y todo. Sí, Moody a ligado y por una vez en su vida ha dejado la mojigatería a un lado. ¿Me haré algún día un Angelina Jolie? Obviamente no.

 - Yyyyy.... chan chan chan. The Mexican ha decidido salir de su tugurio donde no hay luz solar, ni cobertura y ni conexión a internet, y se ha quitado el modo gremlin para dar señales de vida. Señales de vida diciendo, 3 meses después, que me quiere, que lo sentía por haber desaparecido pero que así es él y que no significaba nada malo, y que él escribía cuando le venía la inspiración (más o menos como a mí, cada lustro). Y otra vez que me quería. Y claro, ni he contestado porque por una parte, la inspiración para contestar ese email no me llega ni conjurando a las musas colgando un pollo decapitado encima de la cama en cuarto menguante; y por otra parte porque me entra la risa al pensar que cuando me envió el email, yo estaba con otro tío en la habitación del hotel (sonrisa maligna).

¡Además, ya llevo un año perpetrando este blog! Quién me lo iba a decir...

Moody.

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