sábado, 11 de diciembre de 2010

¡Tengo poderes!

Sí, sí. Poderes, y mágicos. Pero no como los de la bruja Lola, yo no tengo la capacidad para traer a este mundo ESAS mechas.

Me di cuenta ayer por la mañana, nada más sonar el despertador a las siete y cuarto de la mañana.
Resulta que tengo la capacidad de estirar y contraer el tiempo, y así es como lo supe:
Nada más sonar ese sonido que es como el de los cuatro jinetes del apocalipsis, hice un esfuerzo subrehumano para despegarme los párpados y enfocar la vista sobre el reloj, para así ver que eran las 7:15 de la mañana.

No obstante me dije a mi mismo, "venga va, cierra los ojos cinco minutos y ya si eso te levantas, que no es plan de ser el nuevo y llegar tarde". Y eso hice, cerré los ojos exactamente 5 minutos, ni uno más, ni uno menos. Los conté mentalmente "sólo 5 minutos, sólo 5 minutos".

Sin embargo, y con gran sorpresa para mi, al abrir los ojos después de esos 5 minutos de cortesía y mirar la hora, no eran las 7:20, sino las 7:30. ¿Cómo puede ser eso posible? ¡Sí sólo había cerrado los ojos cinco minutos! La única explicación lógica que se me ocurre es que con el poder de mi mente llevé a cabo una contracción del tejido temporal durante un cuarto de hora, lo cual es realmente flipante.

Tengo poderes.

Alucinante, ¿verdad?

Moody.

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