martes, 10 de agosto de 2010

Las joyas de la corona

Adoro ese programa, así, simplemente.
Desde hace mucho, mucho tiempo (probablemente desde la era en la que Cher nació) me declaro radicalmente anti-telebasura, esos espacios en los que la gente tiene el cerebro directamente conectado con el culo, y cada vez que piensa la caga, y cada vez que abre la boca atufa a los televidentes con la mierda que sueltan por la boca (¿a que sí, Tele5?).

Pero como excepción que confirma toda regla, aquí ha llegado el programa del año: Las joyas de la corona. Y encima con Carmen Lomana, ese ser etéreo que sólo aparece si invocas a Chanel o Balmain, ese lirio flotante que relumbra destellos de sol debido a la tirantez de su jeto pasado de botox, esa animada mujer que en Navidades para tocar la pandereta, se pone unos pendientes de cascabeles y se arrea palmaditas en la cara...
Y lo mejor de todo esque a ella el programa tiene pinta de soplársela completamente.

En contraposición a la muñeca de cera motorizada (inciso: aaarrrggggg, una rata asquerosa corriendo por mi jardín!!!!), están esos seres que llegaron tarde al reparto de facultades intelectuales: a alguno le falta educación, a otros estilo, a otros libros para leer, a otros lengua con la que pronunciar bien, y a la mayoría, les falta todo lo anterior. No hay nada mejor que ver a una rubia-pollo turbochoni decir que ella le va a "enseñá loqe é erglamú a Carmen".
 - Punto uno chata: Er glamú es la palabra más hortera que puedes escupir por tu bocaza.
 - Punto dos preciosa: Ese rubio pirotécnico hace que parezcas una esterilla requemá.
 - Punto tres pichurri: Di todo eso sin enseñá tor coño (que no eres Paris Hilton), y a lo mejor tienes alguna remota posibilidad de pasar por Prinzesa de Azturiaz.

Luego las hay que dicen que son "mu educás y mu de to" para después decir algo asín como "que vienen todos mis amigos de Parla y saltan el muro de la casa y le meten una paliza". Es algo así como Naomi Campbell, pero en turbochari bakaladera y con pelo (en la cabeza).

Y luego hay otro por ahí perdido entre la EGB y su flequillo despuntado rollo medio emo que no sabe si "arremeterse la camisica por dentro o por fubera", es decir, es como Cayetano Rivera pero sin el morbo, la elegancia, la percha, el saber estar... Bueno vale, no tiene nada que ver con Cayetano Rivera.

A grandes rasgos esto es lo que hay ahí dentro, pero más cantoso es el objetivo de este programa, que lo voy a resumir en dos puntos: uno el que se supone que es el de verdad, y otro el que en realidad es:

 - Uno: proporcionar la oportunidad a jóvenes de refinar su comportamiento y adquirir la preparación necesaria para desenvolverse en cualquier ambiente, sobre todo en los selectos. El espectador podrá apreciar el esfuerzo que realizan y la evolución que sufren a través de su televisor.
 - Dos: Proporcionar la oportunidad a jóvenes de hacer el rídiculo enfrente de toda España, dejando en evidencia su ignorancia en el saber estar y la baja adecuación de acomodarse en cada tipo de ambiente, especialmente en los selectos. El espectador podrá regocijarse de lo paletos que son los concursantes, echarse unas risas de esas que se te sale el moco volando y ponerles a caer de un burro morado con el emblema de Chanel.
- Tres: no hay tres.

Conclusión: Puro divertimento para nosotros basado en la "vergonzosa" situación de otros pretendiendo ser lo que no son.

Moraleja: cada uno es como es, y no pasa nada por ello. Yo no me río de aquéllos que no tienen tan buena preparación como la mía porque me parece injusto. Yo me río de aquéllos que pierden el norte, caen en la trampa, no son conscientes de sus propias limitaciones e intentan ser alguien diferente, llegando a caer en situaciones que les hacen ser meros títeres de divertimento y que terminan convirtiéndose en el hazmerreir del siglo por sacar los pies del tiesto. Nunca te traiciones a tí mismo/a.

Y lo mejor de todo es ver como a la Lomana le importa todo una mierda y que está ahí sólo para poner la cara.

Moody.

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