martes, 2 de febrero de 2010

Ocurrencias y divagaciones bibliotequeras

Yo ya estoy que me patinan las neuronas de un lado a otro del cerebro, esto de vivir en la biblioteca NO es bueno, paso más tiempo allí que en mi casa.
Eso sí, este cuatrimestre sólo he tenido 4 exámenes, así que no quiero ni imaginarme qué va a ser de mí el próximo, que tendré 8. Yo creo que ya es el cansancio y agotamiento acumulado durante casi 5 años que llevo de universidad (sí, sí, año por curso!! oeoeoeoeoe), con mis septiembres, unos más consistentes y otros menos.

El caso es que ya estoy hasta la santa polla de estudiar, que si estoy haciendo una carrera es porque la necesito si quiero alcanzar mis aspiraciones, aún a costa de saber que nunca me ha gustado estudiar por muy capaz que sea (según tests unos tests de esos que hacen cuando eres pequeño, salió que yo era superdotado; para mí que el test no estaba validado y el psicológo/especialista era GILIPOLLAS). Así que entre tertulia y tertulia en la biblioteca se me pasan las siguientes ideas/ocurrencias... bueno, más bien sólo ocurrencias y pensamientos... bueno, más bien divagaciones:
- Mi vecina es capaz de sacarme de mis casillas. Razón: tiene unos comportamientos de niña pequeña más cercanos a la idiocia que a la inocencia.
- Tengo una conexión especial con mi amiga L.: Los dos somos igual de cabrones y tenemos el mismo humor negro, macabro, irónico y satírico. Nos reímos de los demás y de nosotros mismos. Vamos a ir directitos al infierno. Ni Juicio Final ni leches, con pase VIP directos al seno del Diablo.
- Tengo una lucha encarnizada con el mundo: yo digo que tengo los ojos verdes, y el resto dice que son azules.
- Últimamente estoy llegando a otra de mis conclusiones existenciales. No se en que punto de mi vida pasé de ser uno más a ser alguien que llama la atención de la gente. Y no lo digo por mi carácter, personalidad, mentalidad etc, sino por mi aspecto físico. Desde hace una temporada he notado cómo mi situación ha cambiado de ser observador a ser observado, cuando voy por la calle hay gente que me mira, gente que se da la vuelta y gente que me echa piropos; cuando entro en la biblioteca la gente se me queda mirando; resulta que hay gente en otras universidades que sabe quién soy y como me llamo; y ya me ha pasado más de alguna que en alguna discoteca (y no estoy hablando de Chueca) se me ha acercado gente que no conozco para decirme lo supuestamente "guapo" que soy. Y eso no me gusta un pelo, hay veces que me agobia, y mucho, porque de repente me convierto en un florero la mar de sonriente que intenta cambiar de tema, pero que no puede porque para entonces la gente ya esta demasiado borracha como para darse cuenta de que en realidad me gustaría que me tragase la tierra. No se, nunca me ha gustado el mito de la idealización a primera vista, y me jode que haya gente cuya percepción sobre mí se base exclusivamente en mi "cara bonita". Ya me pasó una vez, cuando de mito pasé a terrenal y al final fui yo el que terminó jodido, y encima lo mejor que me dijeron fue "pero bueno, puedes estar orgulloso porque eres el tío más guapo con el que me he enrollado nunca". Eso unos cuantos días después de haber oído de la misma boca algo así como "si me muriese, tendría que esperar a que tú también te murieses para volver a verte, y entonces la espera se me haría eterna porque muert es la única manera en la que estaría lejos de ti". WTF!?¿!?¿!?¿!?!!
Por cosas como estas no me gusta esa sensación que tengo estar convirtiéndome en una de esas caras bonitas que todo el mundo sabe cómo se llama, pero que no parece preocuparse en saber cómo es.

Y hasta aquí el coñazo de post existencial sobre mi cada vez más insulso ser.
Para la próxima, algo más divertido, que si alguna vez me mandan al manicomio, que sea porque se me va la olla de tanta ironía y humor, y no por dramas y tragedias autoinducidas que poca importancia tienen, porque la verdad sea dicha: hay gente que tiene más y mejores razones para quejarse que yo.

Y sí, estudiar perjudica seriamente la salud mental. Necesito salir de fiesta y soplarme unos cuantos copazos.
Moody.

No hay comentarios:

Publicar un comentario